Sorprendió a la roja manzana,
Matando impresiones
En bosquejos y en papel.
Garras desgarrando modorras
Una madre bebiendo tierra
Con ilusiones del mejor mañana.
Cuidado con su boca
Pues te lastima si la tocas.
Unas pestañas adormiladas
Zigzagueando sobre la mesa
¡Más ágil, más fecunda!
¡Más diablo que el mustio y el obispo!
El Dragón de Komodo el odio
Es su espejo, tan claro como el río
Tan espumoso como su hocico
¡Verdad de un Dios!
¡Verdad de un Demonio!
Mientras la jauría de los pasos lentos
Tienen medallas de colgante honor.
Un despojo quebrado para el lecho
Un oso enfermo de codicia
Unos conejos sin verde lechuga
¡El tributo para morir!
Jadeante polvo de azufre
Sombrías pesuñas de mil diamantes
-para los amantes-
La furia discordia y su tentación
Enjoyando matorrales.
Trompas para los continentes
Lobos secos para la morada
Y un huracán salpicando
Soles de creencias.
¡Tributo al Dragón de Komodo ¡
Diezmo para los engañados
¿Cuántos son hoy los salvados?
¿Cuántos son hoy los salvados?