Una febril ternura tuya
Una ventana hacia la eternidad.
De aquel tiempo; ¡Ya no me acuerdo!
Si el segundo vaga
En las coyunturas de las bocas
¡Beso, cuantos besos!
Huéspedes de la fortuna
Gracia del corazón hervido
¡Siempre bella, siempre tan feliz!
Lo eres, lo soy
Prodigiosa melena de muchos ríos.