y yo la vivo en mí, querida Queta
pues mi infancia feliz, aunque fue quieta
fue por la aceptación de su gran prueba.
No existe actividad que yo no mueva
desde meter balón en cualquier meta
hasta ser el payaso de poeta.
aunque la acción del mundo me conmueva.
No necesito fe para vivir
porque fe; es creencia sin saber
cuando es imposible conocer.
Si yo así, he logrado subsistir
y lo que quiero hacer también consigo
es por tener a Dios siempre conmigo.