
Hoy más que nunca quiero saborear
mi angustia que a pesar de tu abandono,
mis manos quedaron vacías sin la dulzura
de las tuyas que como golondrinas se perdieron
en el rumbo de los mares y de sus arenas
que ahora se tiñen de gris…de soledad.
Siento tanta tristeza al ver nacer un nuevo
día y tú no estás a mi lado, soledad eterna,
soledad que viajas a través de mi dolor,
no profundices más en mis entrañas de mujer
adolorida tu maldad que solo me destruye,
ten misericordia de mi
Esta despedida de un amor que llegó y
desapareció como la arena que ahora se escurre
de mis cansadas manos, que como aves
lloran el presagio de este amor que se
convirtió en un desengaño de palabras desiertas.
Qué tristeza, siento al ver los mares de nuestras
vidas, secos y bañados de congoja cubiertos con
un manto teñido y melancólico para no permitir
a los rayos del sol penetrar, para darnos
vida de nuevo y renacer del dolor.
Solo quiero que me permitan saborear mi melancolía,
no pongan palabras de aliento a este dolor
no necesito tener más esperanzas, déjenme morir
de tristeza, no deseo seguir existiendo al faltarle
su amor…su calor… a estas manos vacías.
Ligia Rafaela