no sé si será poesía
es más ni siquiera sé
si les van a interesar.
Solo sé que esto es verdad
porque es la vida mía.
No pretendo, no, por Dios
buscar conmiseración
ni presunción ni arrogancia
solo pretende mi estancia
dejar mi constatación.
Y os la doy a conocer
porque al leer los poemas
casi siempre leo las penas
que os dan vuestro querer
¡Cuantas penas! ¡ay que ver!
Pues bien, mi vida es sencilla
igual que cualquier humano.
Yo soy primera semilla
de un total de cuatro hermanos,
todos eran maravillas.
Un primer año feliz
lleno de alegría inmensa
de cariño y de regalos
más la cruel naturaleza
acordándose de mí
me atacó con su tristeza:
Parálisis Infantil.
De todos los sufrimientos
que mi pobrecita madre
y mi padre marinero
tuvieron que soportar;
no teman no voy a hablar.
Pero en resumidas cuentas
si hasta aquí habéis leído
os los voy a inventariar:
según dicen los doctores
al presente en este día.
Tengo un noventa por ciento
que llaman minusvalía
y un diez por ciento de ser.
Os la cambio si queréis
por todos los sinsabores
que os dan vuestros amores
desengaños del querer.
Aunque sé que reiréis.
Más la historia no se acaba
recuerdo cuando lloré
para el resto de mis días
y juré no llorar más
porque igual de mal seguía.
Cuando en la calle veía
como se reían de mi
al verme siempre en el suelo
le preguntaba a los cielos
¿por qué a mi? Virgen Maria.
Y me dijo mi razón;
si tu no quieres llorar
No mires más a los cielos
Aprendes a disfrutar
Y ríete también con ellos;
si mi cuerpo provocaba
las risas de los demás
me reí frente a mi espejo
pues tenia siendo mío
mas derecho a disfrutar.
Así fue como aprendí
a combatir la tristeza
y con mis ojos reía
recogiendo las bellezas
que los demás no veían.
Porque es tan tonto llorar
por la marea vacía
que reír en pleamar
Y no es más bello por alto
un árbol recto y derecho
que un intenso retamal.
Y así mientras yo crecí,
fui aprendiendo a pensar
Y ahora en la actualidad
si quieren hago balance
de lo que logré ganar:
Tengo una mujer hermosa
como se dice una rosa.
Pero no es mujer cualquiera;
es mi mujer y mi esposa,
mi amante y mi compañera,
mi amiga y mi enfermera.
Espejo de Blanca-Nieves
al que me miro orgulloso,
porque siempre que pregunto
soy el más listo, el más culto,
el más esbelto y hermoso
a los ojos de su amor;
es la madre cariñosa
mi sostén y mi bastón.
De esta historia fabulosa
como en un gran colofón
Nacieron cinco varones
más una preciosa flor.
y si alguien me pregunta
si le sirve de consuelo.
Este fue mi andar diario
un paso Sancho en la tierra
y dos Quijote en el cielo.