Apareces seduciendo mis espacios,
provocando mis pensamientos,
con esa mirada tuya sutil y profunda
con la que sabes desvestir todos mis antojos,
y recorrer los lienzos desnudos de mi piel.
Arde ya mi cuerpo entre la hoguera de tu fuego,
entre vaivenes de emociones que lo consumen lento,
y que derriten las escarchas de tu ausencia.
Tengo mis manos humedecidas de caricias,
deseando mojar con ellas,
los escondrijos varoniles de tu cuerpo.
Y te siento subiendo como si fueras hiedra
enredándote sobre mi vientre,
con tus manos apretando mi cintura.
Y abro mi boca a la espera de tus besos,
pero prefieres beber de las mieles
que te ofrecen los botones,
erguidos de mi pecho.
No opongo resistencia, de nada serviría
ante ti me siento como una flor cautiva
perdida en el umbral de tus deseos,
mi espalda se curva insinuante a la espera,
de la embestida de tu cuerpo, amante y sensual.
Se abren ante ti, los botones de mis rosas,
los que perfumarás con tu aliento,
sigue así, no te detengas,
pero tampoco apresures el momento,
que quiero disfrutarlo muy despacio,
sentir cada uno de tus besos,
morir en cada minuto de tu entrega.
Esmeralda
(Derechos Autor)