Paseando por tus palabras
voy hallando fragmentos
desprendidos de mi vida.
Con el hilo de tus letras,
voy tejiendo un paisaje
que abre el libro del pensamiento,
donde se ocultan las preguntas
que nunca hacen los sentimientos...
...son hijas de la razón
y la razón las va respondiendo.
Peregrino por tus letras
me veo en un mundo nuevo,
sembrado con las preguntas
que sí hicieron los sentimientos,
pero que también la razón contestó,
para que se fueran durmiendo.
...Entre ellas se yerguen las respuestas
que mis oídos no oyeron,
se iban quedando dormidos
acunados por la nana del pensamiento.
Y entre las líneas escritas,
en blanco,
para irse confundiendo,
se ocultan los dolores
que van cantando los versos,
nacidos del abandono
del corazón que se fue durmiendo,
mientras lo acunaba la razón,
verdugo de todos los sueños.
No se sí has entrado en mi
o sólo es que yo te he metido muy dentro,
para enseñarte el tesoro
del avaro del sentimiento,
que lo mantiene bien oculto
por miedo a que se lo robe
cualquier corazón sincero...
Salgo de los campos verdes
laborados por tus versos,
henchido del perfume
que ayer regara su suelo...
...y vuela mi imaginación
sobre esos campos inmensos,
algunos sembrados de zarzas,
otros,
en hermosos barbechos,
esperando la labranza
de un corazón despierto,
que no escuche las canción
de las sirenas del pensamiento,
...que roce todas las zarzas
de los campos vecinderos,
y siembre la semilla para
el pan de nuestros sueños...
...Y después de la cosecha,
tú mirada me desnude lento,
me tienda sobre la mies
y me labren profundo tus dedos,
mis ojos apaguen la luz
que pinta de azul nuestro techo,
y que el sol de tú mirada
sea luz alumbrando mi cielo.