![Imagen](http://4.bp.blogspot.com/_yKRWo7-A_PU/TS8fL9i7WJI/AAAAAAAAAB8/iobwj6C5B9Q/s1600/averno04.jpg)
A Hades he de ir pronto,
me dispongo lentamente
a mi odisea acudir
entre mariposas negras,
ríos de antepasados
y rancios caminos
arribaré.
Llegaré a la sombría puerta,
donde Cerberos celoso espera,
un presente le he de llevar
un trozo de pan tal vez,
- o he de llevar tres?-
burlándome de sus colas,
a sus fauces los lanzaré.
Atenta a su descuido
entre páramos y muertes aguardaré,
mi talismán buena suerte dará;
y entonces el momento preciso
de filtrar mis putrefactos huesos
por las rejas del Erebo, en agonía,
esperaré.
He de ser cautelosa
cuando el Aqueronte me inunde
ya que de óbolo carezco,
y mi vetusta belleza no alcanza
para Caronte conquistar;
al amanecer, en gélidas aguas,
entonces nadaré.
Al término del olvido
y de las iracundas aguas
nacerá en un tris de silencio
mi fantasma anegado,
sedicioso del tiempo;
blasfemando indiscreto
en cada resquicio de mi averno.
Al juez Minos he de burlar
soslayando entre falacias,
su túnica he de manchar
con sangre que de mis ojos brotará,
Protestaré contra sus serpientes de impudicia,
contra sus eclipses de vileza,
contra sus acertijos del dolor.
Mas tarde en un espacio sin tiempo
he de garbear por el Tártaro,
donde suplicaré no encontrar
a quien pueda reconocer
lo que resta de mi escarpada
y siempre andrajosa, adepta,
alma mía.
A las puertas del Campo Elíseo
por rúas de retretes llegaré,
con mis oídos he de observar
lo que mis ojos tanto anhelan.
Y entonces satisfecha
en mi propia deyección, al final,
me sumiré.