
Vuelvo a casa
En la amplitud del paisaje
benigna rompiendo el mutismo
llega la fresca lluvia como poema
flotan estrofas de vida en la llanura.
El río con matices metálicos
y música de acentos cristalinos
lleva en su corriente el alma
de los valles de mi suelo nativo.
Su voz fraternal me saluda
y llega hasta el fondo de mi ser
llamando a mis antepasados,
llenándome de orgullo celebro
mi juventud y mis raíces maternas.
Con los hilos frágiles del ensueño
reconstruyo el tiempo de la dicha;
las llanuras fragantes y prados
luminosos con sus azules montañas.
Y vuelvo otra vez a tierra de amor,
donde mis ojos vieron su primera luz.
El mudo es un clemente asilo que
me torna alegre la existencia.
Los pájaros locuaces; traen la voz
de la infancia resonando dichosa
en el silencio. ¡Oh, tierra bendecida
que idolatro con reverente culto!
Con júbilo inmenso te saludo
y al llegar a tus valles me conforto
con el dulce perfume de tus brisas;
y anhelo ser un álamo en tu suelo...
de hidalga nobleza, una roca prendida
en tus picachos alumbrados por
la aurora o como la golondrina
errante, que en tu dulce regazo se cobija.
Mitzi
05/06/13