
Cuando de noche me falta tu presencia,
entre la cálida brisa que por la ventana penetra,
vuelvo a sentir el aroma de tu cuerpo,
entre los latidos de mi corazón que se disparan sin control,
se encuentra tu roce, arrebatado y atrayente,
y en el eco de tu voz que derramado en mi piel se vuelve caricia,
me abandono a ti, a la sonrisa de tus labios cuando te acercas,
a la suavidad que ejerce en mí, el dominio de tus caderas,
y la eterna sensación de placer,
que te provoca la cadena de mis piernas, enlazando tu cintura.
Y me pierdo, entre el sutil jadeo de tu excitación
y mi incontrolable lluvia de deseo,
me vuelvo beso y en mi esencia desprendida, a tu cuerpo me adhiero,
tan sensual como excitada, dulce delirio de sucumbir entre tus brazos,
mi tierno dueño,
llevas acunado entre tus manos mi corazón cautivo,
esperando siempre que lo eleves con la caricia de tu entrega
y la desnudez de mis deseos.
Caballero de mi noche,
cada vez que acercas tus pasos hasta mi lecho,
no solo te apoderas de mi cuerpo,
te haces poseedor de cada uno de mis sentimiento
Ame Torre