Desfilando va el cariño
por las veredas del verso,
cálido, suave y tan terso
como el corazón de un niño.
La hermandad es el aliño
que le da sabor, color,
cuando en musas el amor
con hambre y sed lo persigue
para que sacie y mitigue
penas que causan dolor.
Rocío de azul lo viste,
Anita lo baña en sueños
Madrigal prende sus leños,
para el bardo es como alpiste.
Aún esté alegre o triste
en el hallará alimento,
es el dulce complemento
que da sentido a su vida
dándole luz y cabida
con amor al sentimiento.
Queta