(Rondel)
Anteanoche tuve un dulce sueño,
ardiente, romántico y hermoso.
Soñé que al fin me hice tu esposo
luego de haber puesto mucho empeño.
Recuerdo aquel momento abrileño
cuando te dije con alborozo:
Anteanoche tuve un dulce sueño
ardiente, romántico y hermoso.
Quisiste que yo fuera tu dueño,
de pronto en mi cara tu rebozo
logró que disfrutemos con gozo,
y en nuestro aposento lugareño
anteanoche tuve un dulce sueño
- - - - - - - - -
Mariano Bequer.
Maracaibo, 28/07/12