Quisiera estar segura de este adiós, sonreir al verte lejos y no llorar cuando te pienso.
Oh Dios, quisiera olvidar tu perfume, tu dulce roce suave por mi piel, tu calor por mi cuerpo y el escalofrío de tu partida.
Soledad amarga compañía concédeme este deseo, borra de mi mente su presencia y su nombre de mi corazón.