Vayan estas redondillas
con mi reconocimiento
que me pide el sentimiento
entrar casi de puntillas.
Aquí desde la meseta
vuela hacia el mar mi querer
¡felicidades Esther!
mi maestra y gran poeta.
Hoy bien quisiera escribir
redondillas al amor
y hacerlo con el calor
de quien busca seducir.
¡¡¡Felicidades Esther!!!
Tu sabes cómo querría
celebrar tanta alegría
hoy contigo en Santander.
Llegaste a ella a embellecer
a la ya hermosa ciudad
y formáis tal unidad
de amor, poesía y belleza
que os brindáis mutua grandeza
y a mi, calor y amistad.
Jesús (Madrigal)