
en espiral se mueve por las ondas
de la atmósfera azul del alfabeto.
¡Qué suaves y sutiles son sus rondas!
Un ritmo que penetra en el secreto
del cosmos y su urdimbre, dichas blondas
embellecen la idea y si hay aprieto
son versos de David…sus bravas hondas…
Y así sin caracol, sin astronave,
lleva carga de plomo; lo comparo
con un botín de pura orfebrería.
Si pierde el lapislázuli y la llave
es como bocanada de un disparo
que enciende en un zigzag la luz del día.
¡Un reto es su armonía,
allá en los mares sin tambores gana
por su menú de acentos…de campana!