Eres de amor y entrega vivo ejemplo,
nuevo padre Damián, de los leprosos
mártir y apóstol. Cuerpos haraposos,
almas limpias, de luz sagrado templo.
Toda una vida que al final no obtuvo
ni el humano consuelo del abrazo
ni la caricia y maternal regazo
que al bajar de la Cruz tu hermano tuvo.
Por miedo, por prudencia, por cautela,
por una caridad bien entendida,
has tenido la triste despedida
de una asepsia total que el alma hiela.
Te diste todo sin pedir a cambio
más, que los puños en abiertas manos
se tornen en ayuda a los hermanos
que esperan anhelantes tu recambio.
En ti, por ti y contigo, a los impares
que entendisteis la vida cual servicio,
mi gratitud por vuestro sacrificio.
¡¡Gloria y honor a ti, Miguel Pajares!!.
Jesús (Madrigal)