![Imagen](https://i.pinimg.com/736x/db/63/da/db63da4c3f966600c01f79e12ef588c9--mars.jpg)
Cuántas veces, te vi, enarbolando los
misterios absolutos de tu risa…
Cuantas veces, provocaste el incendio
de mis días, ahogados en el llanto de
tus liviandades.
Y te quedaste, así, ausente, sin vida,
con la testa enjuta, doblegada
por el tiempo, y por las ausencias.
No luchaste, no inventaste, se murió
la nota frágil en las fauces del olvido.
Despojaste el alba sin temores,
desabrochaste el universo con
desidia, paso a paso, sin dolores.
Luego, feneció el destino, y en el
ocaso de tus desaciertos,
perdiste la cordura en el mar muerto.