
siempre supe que sí aunque a veces que no
que no se puede saber a lo que no besé
ni una lágrima rueda ni llueve ni se desliza
por la inanidad de expresar en el llanto
pero cuando perfecta y transparente
alcanzas mi mejilla
a solas quiero que inundes el nadir
donde mi mente ahuyenta embarcaciones con el viento a favor
que masacra a los dioses camuflados entre brumas de gentes
y un tropel de gaviotas canturrean o cantan
qué más da se desgarran se alimentan de vértigo
por eso mi pez no muere por la boca
a pesar de que me salen branquias y novias en júpiter
y parches en el ojo del cíclope
corazón
faro de la insistencia
donde se solidariza la nostalgia
con la bombilla fundida
que ha cumplido mil ciclos
sin encontrar tu espejo
de bolsillo