y el nocturno de mi alma
intenta alcanzar un poco de luz...
En un rincón los sueños
en el otro la realidad vacía...
Esta llovizna interna
resbalando en las heridas
esperando apagar el fuego
de frases que aún lastiman...
Abro las ventanas ya gastadas
pero me quedo temerosa
siempre adentro...
Escondida...
Sin momentos...
Los vidrios empañados
desdibujando un amanecer
que quedó esperándome...
Nadie puede salvarme de mi misma...
Nadie puede sacarme de este mundo...
Voy durmiendo las ganas hace tiempo
y los tesoros más bellos
quedarán ahí...
como en los cuentos...