
Te observo en la distancia,
aquí entre la maraña
de mis letras perdidas
le doy forma a tu alma.
Respirando tu aire,
tan cercana y distante
me adormezco en el frío.

Como animal nocturno
vigilo tu camino
acechando el latido
que acelera en tu paso.
Me descubro inquietante,
en las sombras que adornan
este bello paisaje.

Y mi sangre caliente
quiere ser el abrigo
de tu piel sin amparos
mientras caigo al abismo.
Más el bosque es inmenso
mi presencia no notas
a pesar del esfuerzo.

Entre tantas estrellas
se deslumbran tus ojos
que no sientes mi pena.
Taciturna camino...
Quiero ahogar el deseo
de tenerte conmigo.

Si supieras mi amor
como duele tu olvido,
que mi espejo se ha roto
en tus ojos con filo.
Mientras vives,
yo mato
estas ganas de ser
lo que nunca
has querido.
