
Yo te amé
con el corazón expuesto
en la libertad más plena
para alcanzar las estrellas.

Me mezclé en tu silencio
para sanar el pasado
con la caricia más tibia,
con el abrazo empapado.

Fui la aventura extenuante
en el clima de tu alma;
la que recorrió tu ser
con la piel envuelta en llamas.

La que conoció el abismo
de tus sueños y tu llanto;
la que esperó en vigilia
extrañando tu regazo.

Yo te amé
con la ilusión de ser
un todo que complaciera
la vida que nos quedaba.

Y desde ese primer encuentro
hasta el último yo fui,
la que se perdió en tu mar
pero vos ni lo notabas.
